jueves, 21 de enero de 2010

CASA EN EL ÁRBOL






En la copa de un árbol construiré nuestra casa,

con tablones y clavos e ilusión y un martillo

alzaré entre las ramas suelos, techos, paredes,

cuartos en espiral, secretos pasadizos

donde obra el azar el don de los encuentros

y de pronto amanece si me miras al fondo

por donde el viento corre a refugiarse,

madera en la madera, crujen las estaciones,

pasan a visitarnos los amigos,

huele a café, huele al árbol en que nos acogemos,

al rumor de las hojas, a la tierra

donde brota su impulso, su sed de los espacios,

se siente allí el verdor de las promesas,

casa y árbol fundidos, una sola criatura,

se es feliz de algún modo impreciso y vital,

con los años al árbol le van creciendo ramas,

gana cuerpo, se inclina hacia las nubes

y de pronto la casa ha ascendido unos metros

y hasta el aire es más puro, más ancho el horizonte,

las estrellas fugaces proliferan, ahora

vigila la espesura, hay luz en la ventana,

a cubierto de todo, suspendida,

luz de hogar en la noche, resplandor,

y una escala de cuerda entre las ramas,

si subes por la escala no hay retorno,

en la cima del viento hallarás nuestra casa.